viernes, 30 de octubre de 2009

arrojar para adelante

no queda otra que seguir.
hablamos con mi papá por teléfono y nos lo decimos uno al otro.
la bronca, la tristeza, los "porque" resuenan por todas partes y se hacen eco.
un eco casi insostenible.
el camino es oscuro, da miedo, el temor mete las garras, la ausencia pesa.

marido y yo nos gritamos sin sentido, las lágrimas caen como las de una nena que no tiene consuelo.
hay que seguir, arrojar hacia adelante. no queda otra.
hay que volverse laxo, abrir las puertas, las ventanas, dejar que el viento sacuda, haga volar lo que queda.
hay que sacar afuera, hacer lugar para otras cosas por dentro.
hay que hacer fuerza para no perder la risa, hay que mirarse al espejo aunque los ojos estén hinchados, hay que caminar aun en medio de la tormenta, aun arrastrando los pies, hay que dar paso tras paso.

en algún momento llegara la luz, en algún instante se podrá mirar para atrás, en algún otro capitulo las celebraciones serán lo que eran.
en algún momento la panza se llenara de vida.
algún día mi papá recobrara su alegría y yo, otra vez, podre estar tranquila.
en algún momento pronto, podre decir "te necesito" y solo dejarme abrazar.

hoy hay que arrojar para adelante, sin saber como, hay que confiar, hay que vivir, porque "es la muerte o salir volando".
hay que hacer de cuenta que somos surubíes, nadar río arriba, aun contra la corriente, nadar y viajar hasta allí, y cuando los brazos no puedan mas del dolor, del cansancio, aun cuando queme, hay seguir... una brazada mas, y otra. y otra.

porque eso es la vida: arrojar para adelante. y seguir, seguir, seguir...

14/09/2009

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