las callecitas eran angostas y esta en particular, tenia casas con escaleritas largas que se asomaban. era un recorrido empinado y yo, caminaba aceleradamente hasta no se donde.
de repente la vi y salí corriendo, a encontrarla.
la acariciaba desesperadamente y el muchacho que la tenia me decía disculpandose en un francés que claramente yo entendia:
-"es que se perdió!, aquí por las calles de París" (?)
-"no, no estaba perdida..como?!...porque te la llevaste? cuando...?"
la acariciaba, la besaba desesperada, la abrazaba fuerte entre mis brazos. hundia mi nariz en su pelo, y ella... ella lamia mis lágrimas como repitiendo
-"acá estoy, acá con vos"
miraba a mi alrededor, arrancaba la correa de las manos de este desconocido y ella, venia conmigo, trotando, mirándome a los ojos.
Volteé la vista, Toto venia detrás, y yo, era dichosa. plena.
el suelo se hacia verde debajo de mis pies que ahora, estaban descalzos, crecía el pasto, y no quedaba nada de esas casas apretadas, ni ventanas, ni gente que miraba... eramos sólo ellos y yo.
los deje correr, correr con alegria, meneando la cola.
estabamos en el medio de la nada, a la vez, en medio de todo.
Toto daba saltos y volaba.
Bianca lo esperaba conmigo, sentada en la hierba fresca.
Lamenté tanto haberme despertado.
12/05/2009
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