viernes, 30 de octubre de 2009

a bollos

me siento abollada, sacando las magulladuras que tengo.
las marcas de los golpes se me notan en la cara, las ojeras, la tristeza...
nos vamos ordenando, una muda de ropa y un juego de llaves en la casa de mi papá.
haciendo tramites, papeles y viendo dia a dia como sigue precisamente eso: el dia, la noche.
marido me abraza, me deja llorar pero me sostiene; bajito me dice cuanto le gustan mis pecas. Yo me rio con los mocos en la cara y lo abrazo fuerte, fuerte y pienso "ojala no te mueras nunca", "ojala te tenga por siempre"

la muerte abrio un abismo y todos caemos un poco por ahi.
un abismo oscuro que te deja perplejo, aun cuando la vida de todos los dias sucede igual, del mismo modo la rutina te corre, pero ya no te importa.

importa que mi papá me ayude a hacer un mueble nuevo para mi casa alquilada.
importa que se sienta acompañado, se sienta util, se sienta vivo.
importa que pronto es mi cumpleaños, y con los 37 recien estrenados vamos a ver si puedo convertirme en mamá, a marido en papá y a mi papá en abuelo.

porque aunque estemos abollados, hay que seguir.
hay que seguir adelante, poner el pecho, llorando y todo, repetirnos los "te amo",
repetirnos que se puede.
hay que confiar que si.

31/08/2009

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