jueves, 15 de octubre de 2009

la señora de los mil pares

-Que? cuando cobras vos?!-No sé, no sé, pero asi no podemos... no llegamos.Mientras la conversación mañanera y monetaria con marido seguia dando vueltas en mi cabeza buscando alguna solución, me subí al colectivo, congelada como estaba y abrigada, incluso, hasta las orejas. Tuve suerte de sentarme, del lado de la ventanilla, e iba en silencio absoluto conmigo misma, pensando:"porque todo se vuelve tan complicado?""Porque nunca la plata alcanza?""En este momento me cago de frio por eso mismo, para trabajar y aun asi que jamas alcance?"Iba mirando vidrieras, ropa nueva, carteras, zapatos, botas, que me tentarian el resto del invierno. Y la ví.
Una señora limpiaba una vereda, entre dos vidrieras, casi como en un hueco, casi como si fuese su casa, casi como que baldeaba sus baldozas, y armaba su bolso para volver a comenzar el dia, vaya saber donde.
La vi rodedada de botas, caña alta, cortitas, de cuero, de gamuza, 150, 250, 399 pesos en cada pie. Muchos pares de botas que jamas compraria, que jamas usaria. Ni ella. Ni yo.Me senti injusta.
Todo cambio de color.
No sabia si sentirme contenta dentro de mi abrigo calentito con la nariz en el vidrio, o si sentirme triste por señora que dormia, entre dos vidrieras repletas de zapatos que la cuidaban de noche, que la miraban detras del vidrio, como si ella no tuviera pies.

29/05/2008

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